6 julio, 2012

Ya podéis leer una nueva Review desde USA por parte de «jesterjaymusic»

http://jesterjaymusic.blogspot.com.es/2012/06/recording-review-big-bang-diez-tragos.htm

Parece que tendremos que dar el salto a esas tierras, je, je, por que solo recibimos que grandes elogios…
Para quién no sepa Ingles, hemos traducimos la crítica.
…………………………….

Los rockeros de Badalona, Big Bang llenaron su anterior álbum, Sin renuncia a la esperanza de sonido Hard Rock pulido con un filo metálico. Su último álbum, Diez Tragos, cambia la dirección a arreglos post rock añadiendo algo de sintetizador, aunque conservando el sabor metal. Pero por encima de todo, Big Bang mantiene sus afiladas dinámicas entre los intensos desarrollos y las reflexiones aulladas.

No soy un ángel comienza con tensión reprimida: el ritmo sólido, el sintetizador sinuoso y el palpitante bajo recuerdan a Rush en su punto álgido progresivo. Los versos se espacian con ocasionales estallidos de la guitarra, que preparan el cambio al estribillo. La guitarra se lanza y arrastra al resto de la banda en una sección más acelerada y pesada. Hacia el final, el estribillo el groove gana más protagonismo soportando un solo angular. Esta alternancia crea un balance enriquecedor de autocontrol y expresión.

El sonido industrial de Big Bang refleja destellos de NIN y otras bandas de rock duro. En Soy inmortal, los fraseos entrecortados y la progresión son un poco como Living Color versionando el Funk 49 de James Gang. Es una canción densa liderada por el riff. El beat espasmódico prepara el campo a un solo triposo y zumbante, ofreciendo un sabor de Jeff Beck aliñado con metal.

Sin embargo, mi corte favorito es la temperamental Crucifícame. La serpenteante voz femenina inicial tiene un feeling moruno, pero la música rápidamente abandona ese lamento austero para pasar a un groove acechante. Una brillante línea de bajo recorre la canción como una gruesa y pesada cadena. La guitarra crujiente y discordante recuerda al Kashmir de Led Zeppelin, pero el efecto se parece más a Soundgarden. Las diferentes partes de la canción pasan ágilmente como diapositivas post rock.

Dejando de lado su habilidad técnica, Diez Tragos destaca por el hilo de experimentación que recorre las canciones. Allí donde su primer álbum ofrecía algunos trucos a lo Adrian Belew, Big Bang se ha vuelto más imaginativo: desde reflejos acuosos en Sufrir, hipnóticos ritmos árabes en Ver llorar deiertos a el collage experimental de Franco is dead, la función creativa de la banda se basa en una extensa paleta sónica.

Diez Tragos tiene mucho que ofrecer, incluso cuando no entiendas el español: música, tono y emoción son universales.

Posted by in Reviews "Diez tragos" and tagged as

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *