Barcelona es para mí la zona donde se crea la mejor música de este país, en lo que rock y metal se refiere. No paro de encontrar joyas y más joyas. Sí, claro que hay cosas que no me gustan, pero el porcentaje, comparado con otros lugares es superior a la media, muy parejo al de Galicia. La última banda que he descubierto son Big Bang, que en este 2016 han publicado su tercer LP, Vacío. Lo que ofrecen es un disco muy difícil de clasificar. Así que iré poco a poco.

Abre A Contraluz, pieza que por los riffs iniciales me trae recuerdos de los primeros años de los 90 y el movimiento grunge de formaciones como Alice in Chains yPearl Jam, y también con un poco del metal alternativo de Tool (y por tanto también de los primeros Sôber), con un cantante, Manuel Rubiales, cuya voz que nos atrae con tonos muy cálidos para de repente pasar a registros llenos de energía, y luego a otros suaves… haciendo gala de gran versatilidad.

Una locura de riffs muy peculiares abren la siguiente pista, “Vacío”, hasta que bajan la intensidad donde aparece Manuel delicadamente, subiendo en velocidad poco a poco, para luego bajar, subir… y con voces rasgadas de fondo. Cabe destacar también el solo de guitarra que podría haber sido grabado en la década de los 70, pillando por sorpresa, pero sin quedar fuera de lugar. Big Bang no se decanta por temas monótonos.

“Respirar” rompe con lo escuchado anteriormente. Sigue habiendo sonidos grunge, pero aquí hay partes que son muy “modernas” (signifique lo que signifique eso en la música), casi Metalcore, mezclándose con otras progresivas.

La cuarta pista, “Efímero”, empieza de manera tranquila, con un “duelo” entre la guitarra de Francisco y el bajo de Frederic, que se va interrumpiendo por un riff que me ha recordado a la primera etapa de Korn. Y no, no desentona.

Con el inicio de “Danzarás” me es imposible no pensar en el grandísimo Jeff Beck, y a medida que avanza el tema, fusionan la maestría de este artista con Pearl Jam, y con un Manuel haciendo de las suyas. Además mucho ojo al solo de guitarra. Seguiría buscando comparaciones, pero este me ha descolocado.

Pasamos el ecuador con “Al partir”. Llegados a este punto me preparo para cualquier cosa, y no me equivoco. Frederic se desmarca en este tema con pasajes muy Funk dando otro toque único a esta pista. Y como en el resto del disco, consiguen que pegue sin parecer superpuesto.

Manuel sigue sorprendiéndome a estas alturas, y es que en cerrar el ciclo sigue descubriéndonos más cosas que puede hacer con sus cuerdas vocales. He buscando intencionadamente que en “Cerrar el ciclo” no hubiese ninguna colaboración, porque hay momentos del estribillo donde pienso que es otro.

“Bajo el sol” es la canción más agresiva del disco, con una amalgama de sonidos sonidos Grunge, progresivos… Y de ella nos llevan a la más tranquila, “Sobrevive”, donde nuevamente echan mano de ritmos funk.

El disco se cierra con Donde, medio tiempo que hace las veces de perfecto colofón ya que les sirve para mostrar sus muchas caras: registros muy variados por parte de Manuel, solos con aire de los 70 gracias a Francisco y una base rítmica para escuchar y aplaudir por parte de Sisco y Frederic.

Vacío es agotador. Big Bang ha dado todo en este disco. Son diez piezas muy diferentes entre sí pero muy iguales, logrando un sonido único, sin más. Son muchas sus influencias pero el cuarteto las lleva a su terreno de manera que en ningún parece que copian a nadie. Creatividad sin límite la que han demostrado los barceloneses, con una producción excepcional de la que se ha encargado su guitarra Francisco Rubiales. Use la palabra joya en el primer párrafo y la tengo que volver a repetir porque Vacío lo es.